24 de marzo de 2017

La Lectura

LA LECTURA; ETAPAS EVOLUTIVAS Y DEFINICION

La lectura juega un importante papel como instrumento de desarrollo del hombre y de la sociedad, es parte integrante del conjunto de actividades eminentemente humanas, por lo cual, tanto “la lectura como la escritura son prácticas sociales y modos de interacción social”.

La actividad de la lectura está ligada a la historia del hombre y a la evolución de la escritura y sus soportes. Surge desde hace 5000 años a.c. como una necesidad del hombre de registrar los acontecimientos, plasmar su percepción de la realidad y facilitarle la actividad de la administración y el comercio, hasta que la preservación de la memoria y los saberes se hizo primordial para las generaciones venideras.

 
Escritura cuneiforme (cuña sobre barro, metal o piedra) es el sistema más antiguo conocido, en la que se mezclan aún pictogramas con símbolos más abstractos. Su origen está en la antigua en Mesopotamia y datan del siglo 3000 A.C.


No obstante, saber escribir y leer desde sus orígenes ha sido reconocido como un poder y también un privilegio exclusivos de las elites en ejercicio del poder, una constante que toma diversos matices hasta nuestros días. Cada cultura, pueblo, comunidad, crea sus propios signos, significados, interrelacionados con los modelos y formatos para el proceso de la lectura y la escritura. Algunos autores señalan que desde la edad media hasta nuestros días, han existido tres etapas fundamentales en la historia de la lectura.

El Quipu, del vocablo quechua khipu, que significa nudo, atadura, lazada.​ Fue un instrumento de almacenamiento de información que consiste en cuerdas de lana o de algodón de diversos colores con nudos, usado por las civilizaciones andinas como un sistema de contabilidad y un sistema​ de escritura que almacenamiento relatos épicos de los Incas. 

1.     Una primera etapa en la que durante siglos la palabra era escrita para ser leída en voz alta, oral o pública, bien fuera un rollo de pergamino, manuscrito o códice. Carecía de ayudas visuales, por lo que el lector debía tener la habilidad y obligación de darle voz a las letras y convertirlas a palabras habladas. Debido posiblemente, a la carencia de textos, a los pocos que sabían leer y escribir, o por la vehemencia en la narración oral en la enseñanza, el discurso y las artes. Posteriormente fueron apareciendo numerosos factores que impulsaron el cambio a la lectura en voz baja, convirtiéndose poco a poco en un acto personal e individual, como en algunos monasterios debido al voto de silencio.

Códice Laud, elaborado entre los siglos XIII y el XV, uno de los poquísimos códices prehispánicos  del centro de México, elaborado con piel de animal, consiste en una tira doblada en 24 secciones. Contiene un importante calendario ritual mesoamericano de 260 días. 

2.      Una segunda etapa está marcada por la aparición de la imprenta en el siglo XV, que masificó el libro, lo cual permitió que por primera vez los individuos tuvieran la posibilidad de poseerlos. El desarrollo de nuevas formas de producción y distribución desembocaron en una gran industria que trajo consigo una nueva organización del contenido. Esta revolución en la producción de libros, llevo a la sociedad de aquel entonces de una lectura intensiva a una lectura extensiva.

Johannes Gutenberg dio hacia 1450 con la invención de la imprenta, un sistema que transformaría la difusión del saber. El asalto de Maguncia en 1462 contribuyó a la difusión de la imprenta en Europa. 

3.       Una tercera etapa es la transcurrida en las últimas décadas, consiste en la aparición de la publicación en soporte electrónico producto de un nuevo desarrollo social que trajo consigo los avances en la tecnología de información y comunicación. Una lectura dependiente e intangible, producida y traducida por una máquina el cual requiere de otra para ser leído. Sin desplazar el soporte del libro en físico, este nuevo soporte ha venido modificando los hábitos lectores, así como las condiciones y necesidades de uso.

Los  eReaders son lectores de libros electrónicos o ebooks. Son dispositivos electrónicos pensados para leer libros de la manera más parecida a estar leyendo en papel, las pantallas que utilizan son de tinta impresa y no pantallas LCD, como las de las tablets o los ordenadores.

Estas nuevas prácticas de lectura responden a “cambios relevantes en las relaciones humanas y en la organización de las comunidades, como la paulatina implantación de la democracia, el incremento del plurilingüismo, la imparable hegemonizarían de la ciencia o la expansión de Internet […] hoy estamos expuestos a un número infinitamente mayor de textos, leemos otro tipo de textos, con objetivos más ambiciosos, en contextos nuevos, sobre temas más variados –y con un grado de especificidad diverso–, que circulan en soportes novedosos, que proceden en muchos casos de autores, idiomas y culturas lejanas”.

La idea de la lectura se ha flexibilizado por el hecho de que el código alfabético no es el único sistema de signos que es susceptible de ser leído, ya que hoy día existen otros códigos que incluyen espacios, imágenes, gramáticas cifradas como las de los códigos de máquinas, hasta las codificaciones magnéticas. Por lo tanto a medida que la cultura se ha trasformado, ha encontrado otros sistemas simbólicos para producir, circular y apropiar significados.

¿Qué es la lectura?

En un primer nivel, la lectura abarca un conjunto de procesos mentales los cuales inician con la acción de descifrar los símbolos, lo que implica un acto de voluntad, deseo o intención, es decir que es un acto consiente de reconocimiento de los signos. Cabe señalar que todo ser alfabeto o no, realiza otros tipos de lectura que le dan diversas clases de información, como la lectura de imágenes, sonidos u olores como es el caso de las personas invidentes, la lectura de caracteres, partituras, entre otros. Experimentando el mismo proceso de la lectura escrita.

A continuación influye información de dos clases: de tipo lingüístico (sobre el significado, la sintaxis, el vocabulario, la forma del texto, las letras, etc.), y extralingüística (sobre la situación comunicativa, el objeto al que el texto se refiere, al modo de tratar la información, la intención del autor, etc.).

Para comprender un texto el lector debe activar los conocimientos almacenados en la memoria e integrarlos con los que el texto expresa de manera explícita e implícita. A partir de allí el lector debe interpretar, entender, asimilar e internalizar el mensaje escrito, así poder crear relaciones lógicas que le permitan generar nuevas ideas y a la vez retroalimentar el proceso de lectura.

La lectura como proceso social parte de que todo  intento de comprensión está determinado histórica y socialmente en la interacción social, ya que si la idea de la lectura es darle sentido al texto, no basta con comprender los símbolos sino confrontar el contenido comprendido con la realidad del entorno del lector para su análisis o raciocinio. Aún más, tanto el significado de las palabras como el conocimiento previo que aporta el lector tienen origen social.

La noción de lectura tradicional ha estado atada a la idea clásica de comunicación: emisión–mensaje–receptor, por tal razón actualmente se hace énfasis en la vinculación del proceso humano de interacción y producción de sentido, significados y contenidos, por lo que debe tenerse en cuenta el contexto histórico, el régimen comunicativo y los sentidos dominantes socialmente. Veamos algunas definiciones que sintetizan lo aquí expuesto.

“La lectura es la acción de descifrar los símbolos de un mensaje, comprender sus significados, relacionarlos con significados conocidos, apropiarse algún elemento nuevo y desarrollar mediante este proceso, la creatividad.” Luis Darío Bernal Pinilla (2005)

 “La práctica lectora será la síntesis del conjunto de acciones y operaciones con las que un sujeto interactúa con un discurso construido, a partir de una serie de sistemas simbólicos y procesos de producción de significación, y en el que intenta, más que llevar a cabo la comprensión como consumo de significado, insertarse en el flujo de producción social de sentido. Esta práctica no se restringe al sujeto, sino que es un hecho colectivo… parte de la dinámica social.” Eduardo Gutiérrez (2009)

·     Fuentes de consulta:

·         Georges. Jean. La escritura: memoria de la humanidad. Barcelona, España: Ediciones Grupo Zeta, 1998, p. 20-21.

·         Alberto Manguel. Una historia de la lectura. Madrid, 2001, pp. 74-75.

·         Héctor Guillermo Alfaro López. Tiempo líquido: la crisis del libro y la lectura México. 2000.

·         Luis Darío Bernal. Degustando la lectura, 2005, p. 12.

·         Eduardo Gutiérrez. Leer digital: la lectura en el entorno de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, 2009.

·         Daniel Cassany. Tras las líneas: Sobre la lectura contemporánea. Barcelona. 2006.